Este martes, 13 de noviembre de 2018, se cumplen 25 años del fallecimiento del Capataz Perpetuo y Honorario de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Misericordia y María Stma. de la Palma, Reina de los Mártires, Rafael Pérez González.
Aquel fatídico 13 de noviembre de 1993, Rafael, junto a su esposa Pilar y su hijo Rafaelillo, perdían la vida en un accidente de tráfico y la tristeza inundaba a su familia, a su Hermandad y a todas aquellas personas que lo conocían y convivían con él. Un hombre carismático, natural de Écija y que llegó a Valdepeñas proveniente de Córdoba.
Su influencia en la Hermandad de Misericordia y Palma es una huella imborrable que marcó un antes y un después en la idiosincrasia de la Cofradía. Su gran regalo a la Hermandad fue el impulso y creación, junto al entonces Hermano Mayor, Pedro José Ávila Incertis, así como a un nutrido número de colaboradores, de la primera cuadrilla de hermanos costaleros de Valdepeñas, la cuadrilla de hermanos costaleros del Stmo. Cristo de la Misericordia. Aquel Jueves Santo de 1987 supuso un antes y un después en la manera de entender esta Cofradía. La incomprensión inicial pronto se convirtió en admiración por la entrega y generosidad de unos hombres para que el paso del Stmo. Cristo de la Misericordia y, posteriormente también, el de María Stma. de la Palma fuesen portados a hombros de sus hermanos costaleros.
Pero no sólo en eso fue Rafael Pérez González un pionero. También, junto con un grupo de hermanos y costaleros, fundaron la Peña de costaleros del Stmo. Cristo de la Misericordia, abriendo su sede en la C/ Balbuena, convirtiéndose desde entonces indisolublemente en el germen de la Casa de la Hermandad, empezando a compartir el día a día, la vida de Hermandad, de unos hermanos unidos en la devoción al Stmo. Cristo de la Misericordia y a María Stma. de la Palma.
Más de treinta años han pasado desde entonces. En estas tres décadas muchos otros hermanos han continuado la hermosa labor comenzada en 1987 por Rafael, gracias a todos los cuales la Hermandad ha podido seguir escribiendo su historia con una idiosincrasia propia y singular.
Quizá la manera de mejor honrar su memoria, y mostrar la gratitud por aquel servicio, que la Hermandad pueda hacer a su Capataz Perpetuo y Honorario sea, por un lado, la espiritual. Orando por el eterno descanso de su alma y la de su esposa e hijo, ofreciendo por estas intenciones la Misa de Hermandad del mes de noviembre, el sábado, 24 de noviembre a las 19:30 h., en la Parroquia del Stmo. Cristo de la Misericordia, invitando a participar en ella a todas las personas que quieran elevar su oración al Padre por el alma de Rafael y su familia.
Pero también, por otro lado, continuar trabajando por su legado, por la cuadrilla de hermanos costaleros de su Hermandad para que, cada Jueves Santo y último domingo de agosto, sus grandes devociones, sus sagrados titulares: el Stmo. Cristo de la Misericordia y María Stma. de la Palma, Reina de los Mártires, continúen siendo procesionados a hombros de hermanos costaleros que muestran, con su esfuerzo y sacrificio, la devoción y el amor que profesan por su Hermandad y sus imágenes titulares.
La Hermandad muestra así su gratitud a Rafael por todo lo que hizo. Él continúa presente en el seno de su Hermandad: su fotografía preside la entrada de la Casa Hermandad para recordar a todos que él inició ese camino. La primera levantá de cada Jueves Santo y cada último domingo de agosto es ofrecida por él, por su recuerdo y por su servicio, el haber creado la cuadrilla de hermanos costaleros de la Hermandad.
Ambos gestos, sencillos e íntimos, mantienen presente su nombre y su legado en la Hermandad.