Fiel a su cita, el cortejo salía del Templo Parroquial del Stmo. Cristo de la Misericordia a las 8:00 horas de la mañana. Durante 45 minutos se recorrieron distintas calles de la feligresía parroquial así como del centro de la ciudad camino de la Capilla de María Auxiliadora, perteneciente a la comunidad de Madres Salesianas, lugar elegido por la Hermandad para realizar la Eucaristía del domingo de Pentecostés.
En esta capilla de la Calle Real aguardaban las religiosas de la comunidad salesiana que ejercieron de anfitrionas ante la visita de la Hermandad, la cual tiene el privilegio de poder realizar Estación de Penitencia ante el Santísimo Sacramento cada noche de Jueves Santo al paso por esta Capilla mariana de la ciudad.
La Eucaristía fue presidida, al igual que el rezo del Santo Rosario de la Aurora, por el Consiliario de la Hermandad, D. Emilio Jesús Montes Romero. El coro de la comunidad salesiana acompañó la celebración eucarística.
Al filo de las 9:45 horas, el cortejo salía de nuevo de la Capilla de María Auxiliadora para regresar, por el camino más corto, al Templo Parroquial del Stmo. Cristo, produciéndose la entrada del cortejo al filo de las 10:15 horas de la mañana. La Stma. Virgen fue recibida de nuevo en su casa con una lluvia de pétalos a su paso por el dintel del Templo Parroquial.
La Hermandad estrenaba la reforma de las andas que utilizó el Stmo. Cristo de la Misericordia como andas procesionales desde la Guerra Civil hasta el año 1968, cuando empezó a procesionar en su actual paso, obra del insigne escultor recientemente fallecido, D. Faustino Sanz Herranz.
Esta reforma ha posibilitado la utilización de estas andas para la Stma. Virgen de la Palma. Las andas fueron completadas artísticamente por dos faroles de metal cincelado y plateado, cedidos por la Hermandad de la Santa Cruz, María Stma. de la Amargura y Ntra. Señora de la Soledad de Ciudad Real.
El exorno floral, donación de un hermano, estaba compuesto por distintos tipos de flores que representaban los colores salesianos (celeste y rosa) como simbología de la visita que la Hermandad iba a realizar a la Capilla de María Auxiliadora.
El cortejo lo abría el estandarte corporativo, acompañado del cuerpo de acólitos ceroferarios y turiferarios de la Hermandad que vestían dalmáticas en terciopelo y brocado burdeos, y que precedían las andas de María Santísima de la Palma, portadas por 12 hermanos y hermanas de la corporación.
Un total de 175 personas, aproximadamente, acompañaron el discurrir de la Cofradía y celebraron la Eucaristía en la Capilla de María Auxiliadora, destacando la amplia participación de la feligresía parroquial y salesiana en este bonito y sencillo acto de piedad popular que año tras año se va consolidando en el calendario litúrgico y cofrade de Valdepeñas.