Tras la conclusión del Año Jubilar, este pasado domingo 19 de junio, es hora de hacer memoria y recordar tantos momentos que se han ido sucediendo a lo largo de este año de gracia.
Muchas han sido las vivencias compartidas por todos aquellos que habéis querido participar en este Año Jubilar que el Señor nos regaló a nuestra Hermandad y, por ende, a nuestra Parroquia y a nuestra ciudad.
Un Año de gracia que el Señor ha dispensado a todos los que han querido acercarse a beber de las fuentes de su Misericordia en las más de 100 celebraciones jubilares, en las más de 400 eucaristías, en las cerca de 5.000 horas de apertura del templo jubilar o en las más de 1.000 horas de confesionario abierto para pedir perdón por nuestros pecados.
El Señor nos lo ha dado todo, a cambio de nada. Desde el primer al último día, desde aquel 14 de junio de 2015, en el que lo acompañamos desde la Asunción hasta nuestro templo parroquial para que se abriese la Puerta Santa, hasta este pasado 19 de junio de 2016 en el que el Señor se reservó en el Sagrario para, desde ahí, seguir iluminando nuestra vida.
Su infinita Misericordia no puede ser compensada por nuestra débil condición pero sí podemos poner en marcha iniciativas que vengan a paliar las injusticias y las desigualdades que el propio hombre ha desarrollado en la tierra.
Por ello, acogiéndonos a los dos primeros mandamientos de Cristo: amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo; hemos dado gloria a Dios durante todo un año con todas las celebraciones antes descritas y, también, hemos querido amar al prójimo, al que más lo necesita, al hermano que está en dificultad: tanto aquellos que nos rodean y que estaban alejados de Dios, como aquellos otros que viven lejos de nosotros pero que precisan de nuestra ayuda económica para poder seguir labrando un futuro mejor.
Con esa intención se acogió la Obra Social del Año Jubilar de la Hermandad, un Proyecto que se escogió entre los que ofreció la Delegación de Misiones de la Diócesis de Ciudad Real y que es regentado por la misionera de nuestra Diócesis, Sor María Teresa Castañeda, hija de la Caridad de San Vicente de Paul. Se trataba de reconstruir el colegio de Ed. Especial “San José” en Brazzaville (República del Congo).
Desde el primer día que le comunicamos nuestra decisión, una profunda alegría les inundó a esta comunidad religiosa que desarrolla su labor educativa, asistencial y religiosa en medio de profundas dificultades. Su Proyecto era un reto para la Hermandad: había que recaudar 12.000 €, más de 7.500.000 de francos congoleños. Un dinero destinado a reparar las infraestructuras, renovar mobiliario, construir nuevas aulas y, lo más importante, dotar de un pozo y una potabilizadora para obtener agua potable, no solo para el colegio sino para más de 5.000 personas que viven en el barrio donde se asienta el centro educativo.
Durante este año, granito a granito, ha ido creciendo la cantidad de dinero que se iba acumulando para este fin. Los donativos han llegado de muchas maneras y de muchas personas particulares e instituciones que han querido contribuir con esta noble causa.
Hasta el día de hoy llevamos recaudados 10.134 €, quedando pendientes aún 1.866 €. Para ello tenemos una última actividad prevista, con el objetivo de llegar a la meta y cumplir el sueño de recaudar esta cantidad económica que parecía tan difícil de conseguir hace un año.
Se trata de la Comida Solidaria que se ha organizado para este próximo domingo, 26 de junio, en el Restaurante “Antigua Bodega Los Llanos”, a partir de las 14:30 h.
Todas las personas que quieran colaborar pueden hacerlo de dos modos:
- Comprando la entrada por un donativo de 20 €. Habrá un menú con entrantes, primer plato, segundo plato y postre.
- Colaborando con las entradas de Mesa 0 por un importe de 10 €, para aquellos que no puedan asistir a la Comida.
Las entradas pueden adquirirse:
- En la Casa Hermandad.
- En la Sacristía de la Parroquia del Stmo. Cristo.
- A través de hermanos y particulares que venden las entradas.
Queremos haceros partícipe de este Proyecto y, juntos, lograr alcanzar la meta de los 12.000 €. Si se logra, será una alegría para todos aquellos que han puesto su granito de arena en este bonito proyecto.
Este Año Jubilar recién concluido ha sido muy cuidado para expresar nuestro profundo amor a Dios y, también, quiere ser finalizado con todo nuestro esfuerzo para expresar nuestro profundo amor al prójimo que más lo necesita.
Evangelio de San Mateo 25, 31-46:
"Cuando el Hijo del Hombre vuelva en su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará sobre su trono de gloria, y todas las naciones serán congregadas delante de Él, y separará a los hombres, unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los machos cabríos. Y colocará las ovejas a su derecha, y los machos cabríos a su izquierda.
Entonces el rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; estaba enfermo, y me visitasteis; estaba preso, y vinisteis a verme".
Entonces los justos le responderán, diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?, ¿cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
Y respondiendo el rey les dirá: "En verdad, os digo: en cuanto lo hicisteis a uno solo, el más pequeño de estos mis hermanos, a Mí lo hicisteis".
Entonces dirá también a los de su izquierda: "Alejaos de Mí, malditos, al fuego eterno; preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis".
Entonces responderán ellos también: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y Él les responderá: "En verdad, os digo: en cuanto habéis dejado de hacerlo a uno de éstos, los más pequeños, tampoco a Mí lo hicisteis". Y éstos irán al suplicio eterno, mas los justos a la eterna vida".